Industria musical: Vinilos, cassettes y CDs a descargas digitales

La llegada de Internet abrió un mundo nuevo en la comunicación y en el consumo. Un mundo intangible, desarrollado en el espacio virtual. Intocable y a la vez al alcance de todos. La red se convirtió en el lugar de encuentro para quienes querían compartir conocimiento y contenidos de manera libre. Y la música era un contenido muy demandado por los nuevos usuarios de Internet.

60s, 70s y 80s: Así comenzó todo

En los años 40, las personas solo podían escuchar música a través de la radio. No fue hasta mediados de los 50 cuando llegaron los famosos Vinilos. Entre 1950 y 1980 los Vinilos fueron el formato predominante para publicar música grabada. Sin embargo eran muy frágiles, y había que tener cuidado de no rayarlos.

A principios de los ochenta las cintas de cassette destronaron a los Vinilos. Aunque la empresa Philips las desarrolló por primera vez en 1962, las cintas de cassette se popularizaron a partir de 1978. Durante los ochenta fueron el medio predominante para consumir música.

Década de los 90: La última llamada de la «Era del Álbum»

Mientras que a mediados de los años 90, los cassettes daban sus últimas tonadas, los CDs ya se habían establecido como la gran plataforma de la industria musical.

Los CDs se consideran el último formato de la llamada «Era del álbum». En la actualidad podríamos hablar en contraposición de la «Era del single», por ser este el objeto musical de consumo más extendido. Una gran mayoría de los consumidores compran singles, no álbumes. Un single puede costar desde 20 céntimos en iTunes. Un álbum supera los 7 dólares.

1999: Primeros pasos de la era digital en la música

El año 1999 nacía Napster: el primer servicio que permitió compartir y descargar música en formato mp3 en Internet. Dos años después, Napster ya tenía 26 millones de usuarios activos, descargando música de manera gratuita e ilegal. Una auténtica revolución.

Esa revolución generó la ira de muchas empresas discográficas y grupo musicales, siendo Metallica el que más resonó por la multimillonaria demanda a Napster, por violar los derechos de autor.

Napster perdió la demanda y tuvo que cerrar, pero eso no impidió a Internet continuar con lo inevitable. Rápidamente surgieron decenas de plataformas de intercambio de contenidos: LimeWire (2002), eMule (2000), Audiogalaxy (2002), eDonkey (2006), Gnutella (2000), Kazaa (2001).

El almacenamiento de música también vivió una revolución cuando Steve Jobs presentó en octubre de 2001 un nuevo dispositivo: el iPod. En la primera década del siglo XXI esta fue la herramienta más popular en el mundo para escuchar música. El primer iPod tenía diez horas de autonomía y podía albergar mil canciones.

2014: El presente ahora es digital

La revista Billboard revolucionó su famosa lista ‘Billboard 200’ en el año 2014 para incluir las ventas de sencillos a través de las descargas digitales y las reproducciones en streaming. Esta nueva realidad cambiaron las históricas listas de álbumes más vendidos por «álbumes más populares».

Álbumes enteros y millones de canciones están disponibles en las plataformas de streaming. Con la red de Internet extendida por muchos países del mundo, la cantidad de personas con opciones de escuchar música en streaming es enorme. Basta con tener un teléfono conectado a Internet. El siguiente paso es descargarse una plataforma de streaming y comenzar a escuchar la música que uno quiera. Spotify es posiblemente el servicio más popular del mundo hoy en día para consumir música por streaming.

Esta nueva manera de concebir el consumo de música, sin necesidad de tener que comprar discos ni descargarse canciones, parece haber encantado al gran público. En la actualidad no hay duda de que el streaming es la forma que más ingresos produce a la industria musical, y ha obligado a empresas discográficas, productores, empresarios, artistas y grupos a adaptarse a la nueva era.

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