Apple y Google lanzan herramienta conjunta de rastreo COVID-19

Apple y los equipos de ingeniería de Google se han unido para crear una herramienta descentralizada de seguimiento de contactos. ¿Para qué? Para ayudar a las personas a determinar si han estado expuestos a alguien con COVID-19.

El rastreo de contactos es una herramienta útil que ayuda a las autoridades de salud pública a rastrear la propagación de la enfermedad. También para informar a las personas potencialmente expuestas para que puedan hacerse la prueba. Lo hace mediante la identificación y «seguimiento» de las personas que han entrado en contacto con una persona afectada por COVID-19.

La primera fase del proyecto es una API.que las agencias de salud pública pueden integrar en sus propias aplicaciones. La siguiente fase es un sistema de seguimiento de contactos a nivel de sistema que funcionará en iOS y Android dispositivos de forma voluntaria.

El sistema utiliza radios a bordo en su dispositivo para transmitir una identificación anónima en rangos cortos, utilizando balizas Bluetooth. Los servidores transmiten sus últimos 14 días de ID rotativos a otros dispositivos, que buscan una coincidencia. Una coincidencia se determina en función de un umbral de tiempo gastado y distancia mantenida entre dos dispositivos.

Si os encontráis una coincidencia con otro usuario que os ha dicho al sistema que ha dado positivo, se te notifica y podéis tomar medidas para realizar la prueba y la cuarentena.

El seguimiento de contactos es una herramienta bien conocida y debatida. Pero esta ha sido adoptada por las autoridades sanitarias y las universidades que trabajan en múltiples proyectos como este. Un ejemplo de ello son los esfuerzos del MIT por usar Bluetooth para crear una herramienta de rastreo de contactos con privacidad que se inspiró en el sistema Find My de Apple. Las compañías dicen que esas organizaciones identificaron obstáculos técnicos que no pudieron superar y pidieron ayuda.

El proyecto fue iniciado hace dos semanas por ingenieros de ambas compañías. Una de las razones por las cuales las compañías se involucraron es porque hay poca interoperabilidad entre los sistemas en varios dispositivos del fabricante. Con el seguimiento de contactos, cada vez que fragmentas un sistema como este entre múltiples aplicaciones, limitas en gran medida su efectividad. Necesita una gran cantidad de adopción en un sistema para que el seguimiento de contactos funcione bien.

Al mismo tiempo, se encuentra con problemas técnicos como la falta de energía de Bluetooth, las preocupaciones de privacidad sobre la recopilación centralizada de datos y el gran esfuerzo que se necesita para que suficientes personas instalen las aplicaciones para que sean efectivas.

Plan de dos fases

Apple y Google

Para solucionar estos problemas, Google y Apple se unió para crear una API interoperable. Esta debería permitir que la mayor cantidad de usuarios la adopten, si así lo desean.

La primera fase, una API de detección de contacto de proximidad privada, será lanzada a mediados de mayo por Apple y Google. La misma estará disponible en aplicaciones en iOS y Android. En una sesión informativa de hoy, Apple y Google dijeron que la API es simple y debería ser relativamente fácil de integrar para las aplicaciones existentes o planificadas.

La API permitiría a las aplicaciones pedirles a los usuarios que opten por el seguimiento de contactos (todo el sistema solo es opcional). De esta manera, permite que tu teléfono transmita el identificador rotativo anónimo a los móviles que la persona «cumple». Esto permitiría realizar un seguimiento para alertar a aquellos que puedan entrar en contacto con COVID-19 para que tomen medidas adicionales.

El valor del rastreo de contactos debe extenderse más allá del período inicial de la pandemia. Hasta el momento en que se alivian las restricciones de auto aislamiento y cuarentena.

La segunda fase del proyecto es brindar aún más eficiencia y adopción a la herramienta de rastreo llevándola al nivel del sistema operativo. No habría necesidad de descargar una aplicación, los usuarios simplemente optarían por el seguimiento directamente en su dispositivo. Las aplicaciones de salud pública seguirían siendo compatibles, pero esto abordaría una extensión mucho mayor de usuarios.

Esta fase, que está programada para los próximos meses, le daría a la herramienta de rastreo de contratos la capacidad de trabajar a un nivel más profundo. Y de esta manera, mejoraría la vida útil de la batería, la efectividad y la privacidad. Si el sistema lo maneja, entonces cada mejora en esas áreas, incluidos los avances criptográficos, beneficiaría directamente a la herramienta.

Cómo funciona

Un ejemplo rápido de cómo podría funcionar un sistema como este:

Apple y Google

  1. Dos personas están cerca una de la otra por un período de tiempo, digamos 10 minutos. Sus teléfonos intercambian los identificadores anónimos (que cambian cada 15 minutos).
  2. Más tarde, una de esas personas es diagnosticada con COVID-19 y lo ingresa al sistema a través de una aplicación de la Autoridad de Salud Pública que ha integrado la API.
  3. Con un consentimiento adicional, el usuario diagnosticado permite que sus identificadores anónimos de los últimos 14 días se transmitan al sistema.
  4. La persona con la que entraron en contacto tiene una aplicación de Salud Pública en su teléfono que descarga las claves de transmisión de las pruebas positivas y las alerta de una coincidencia.
  5. La aplicación les brinda más información sobre cómo proceder desde allí.

Privacidad y transparencia: primordial para Apple y Google

Tanto Apple como Google dicen que la privacidad y la transparencia son primordiales en un esfuerzo de salud pública como este. Y dicen que están comprometidos a enviar un sistema que no comprometa la privacidad personal de ninguna manera. Este es un factor planteado por la ACLU , que advirtió que cualquier uso del rastreo de teléfonos para rastrear la propagación de COVID-19 necesitaría controles de privacidad agresivos.

No hay uso de datos de ubicación, que incluye a los usuarios que informan positivo. Esta herramienta no se trata de dónde están las personas afectadas, sino de si han estado cerca de otras personas.

El sistema funciona asignando un identificador rotativo aleatorio al teléfono de una persona. Luego transmitiéndolo a través de Bluetooth a teléfonos cercanos. Ese identificador, que gira cada 15 minutos y no contiene información de identificación personal, pasará a través de un servidor de retransmisión simple que pueden ejecutar organizaciones de salud de todo el mundo.

Incluso entonces, la lista de identificadores con los que ha estado en contacto no deja tu teléfono a menos que elijas compartirlo. Los usuarios que resulten positivos no serán identificados por otros usuarios, Apple o Google. Google y Apple pueden desactivar el sistema de transmisión por completo cuando ya no es necesario.

Toda la identificación de coincidencias se realiza en tu teléfono. Esto te permite ver, dentro de una ventana de 14 días, si tu móvil ha estado cerca del móvil de una persona que se ha identificado a sí misma como positiva para COVID-19.

Todo el sistema es opcional. Los usuarios sabrán por adelantado que están participando, ya sea en la aplicación o en el nivel del sistema. Las autoridades de salud pública están involucradas en notificar a los usuarios que han estado en contacto con una persona afectada. Apple y Google dicen que publicarán abiertamente información sobre el trabajo que han hecho para que otros lo analicen. Esto con el fin de brindar la mayor transparencia posible a los aspectos de privacidad y seguridad del proyecto.

«Todos nosotros en Apple y Google creemos que nunca ha habido un momento más importante para trabajar juntos para resolver uno de los problemas más acuciantes del mundo», dijeron las compañías en un comunicado. «A través de una estrecha cooperación y colaboración con desarrolladores, gobiernos y proveedores de salud pública, esperamos aprovechar el poder de la tecnología para ayudar a los países de todo el mundo a frenar la propagación de COVID-19 y acelerar el regreso de la vida cotidiana».

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