Las personas han evolucionado con la tecnología y ahora existe mucha más preocupación por la seguridad y la privacidad, que antes no existía.
Este es un buen punto de partida para hacer que los desarrolladores también se preocupen y mejoren sus aplicaciones. Hoy nuevamente tendremos que hablar de WhatsApp y cómo sigue incumpliendo la normativa de protección de datos.
Muchos daban todo ya por hecho cuando llegó bastante tarde a la aplicación el cifrado end-to-end. Pero eso no es suficiente. Así lo indica el cofundador de Nepcom y abogado, Eduard Blasi.
“El cifrado no garantiza nuestra privacidad” y “la seguridad no es lo mismo que la privacidad” estos son los puntos básicos que no se cumplen.
Dado que nadie conoce qué es lo que en realidad hace WhatsApp con nuestros datos y qué uso es el que le dan. Demostrando una falta de transparencia total. Tampoco hace falta añadir de que mucha de la información se comparte con países que ni si quiera tienen un gran nivel de seguridad.
La aplicación Nepcom se compara a WhatsApp y Telegram y demuestra la diferencia de privacidad que existe entre unas y otras.
La información es poder
Así lo tiene de claro Blasi. No existe nada gratis. Si una aplicación se presenta gratuitamente como lo hace WhatsApp, es porque trafica con nuestra información y datos. Todo tipo de información como las horas de conexión, los destinatarios, la cantidad de mensajes son remitidos a terceros con fines comerciales.
Cada vez que veamos una aplicación gratuita tendríamos que quitarnos de la cabeza el concepto de privacidad, dado que no existiría.
Y por supuesto las aplicaciones de este tipo deben ser evitadas para realizar comunicaciones entre empresas o profesionales que pueda estar vigilada por terceros.
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