Los servicios en la nube están a la orden del día y ya prácticamente cualquier dispositivo puede acceder a ellos y tenemos multitudes de programas o compañías diferentes. Selfcloud sin embargo no es el enésimo servicio en la nube, es diferente, porque seremos nosotros nuestra propia nube.
Si ya sea porque no os fiáis de que vuestras fotos o vídeos personales estén alojados en un servidor externo sin saber si realmente está a salvo nuestra privacidad o porque no nos fiamos de que un día el FBI haga borrar todo de servidores externos, entonces SelfCloud nos será de mucha ayuda.
¿En qué se basa? Pues como dije, en que nosotros seremos nuestra propia nube y nuestros archivos quedarán alojados en otros dispositivos nuestros. Por ejemplo, el disco duro de nuestro portátil o sobremesa puede ser la “nube” de nuestro smartphone. Y así con cualquier otro espacio teniendo todos los dispositivos sincronizados gracias a esa nube. Podemos incluso seleccionar compartir en los archivos para que otros tengan acceso a ellos y no solo nosotros.
¿El problema? Que evidentemente el dispositivo que utilicemos como almacenamiento deberá estar encendido y conectado a Internet para poder conectarnos y descargar los archivos de ahí. Quizás esta sea su peor baza pero por otro lado es lógica.