Francia obliga a WhatsApp a dejar de compartir información con Facebook

La Comisión Nacional de Informática y de las Libertades (CNIL) de Francia le ordenó a la aplicación de telecomunicaciones WhatsApp que dejara de compartir información con su compañía paterna Facebook.

De acuerdo con el blog oficial del CNIL, WhatsApp tiene tan sólo un mes para cumplir con esta orden y en caso de no hacerlo, el CNIL podría contratar a un investigador interno para recolectar más evidencia y aplicar diversas multas y penalidades tanto a WhatsApp como a Facebook.

La razón principal de este conflicto es una actualización del año pasado de los términos de servicio de WhatsApp, en donde la aplicación aclara que toda la información recopilada de sus usuarios es enviada a Facebook para el desarrollo de publicidad dirigida (targeted advertising), inteligencia empresarial (business inteligence) y para mejorar los sistemas de seguridad internos de estas aplicaciones.

A pesar de que la intención de WhatsApp de mejorar sus sistemas de seguridad no presentan ningún inconveniente ante el CNIL, esta organización asegura que el uso de nuestra información para el desarrollo de inteligencia empresarial quebranta nuestras libertades como usuarios, ya que no hay forma de rechazar esta condición sin desinstalar la app por completo.

Este nuevo conflicto se suma a la gran lista de problemas legales que Facebook y sus ramificaciones han tenido que enfrentar en Europa, y probablemente no sea el último que deban enfrentar en este continente. Los países europeos son bastante estrictos en lo que respecta a la información personal de sus ciudadanos y están dispuestos a gastar cuanto presupuesto sea necesario para frenar la mega-absorción de información que compañías como Facebook han estado aplicando sobre sus usuarios desde hace tiempo.

Entre las demandas más importantes se encuentra la multa de 122 millones de dólares que la Unión Europea le aplicó a Facebook en mayo de este año por la «información engañosa» que publicó sobre su compra de WhatsApp, al igual que las amenazas legales a gran escala que la misma Unión Europea aplicó sobre Facebook y otras redes sociales para que redujeran la gran cantidad de discursos de odio que muchas personas publicaban en sus plataformas.

En septiembre del año pasado Alemania le ordenó a Facebook que dejara de recolectar la información personal de sus usuarios y en noviembre del año pasado esta compañía también tuvo que aceptar otra orden idéntica proveniente del Reino Unido.

Aunque estas medidas puedan parecer exageradas para algunos, les recordamos que el futuro de la publicidad digital se basará en la recolección de información personal para el desarrollo de publicidad dirigida, así que no es tan difícil comprender por qué los países europeos están siendo tan estrictos en este asunto. Básicamente nos estamos jugando nuestra libertad digital y el resultado de estos conflictos decidirá qué tanta información deberemos compartir con nuestras apps favoritas y para qué podrán usar esta información dichas apps.

Si nos dormimos y pretendemos que nada está pasando, tanto Facebook como el resto de los titanes de esta industria tendrán la libertad plena de absorber hasta los más íntimos detalles de nuestras vidas con el propósito de vendérselos a las empresas de publicidad.

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