WhatsApp habría rechazado una «puerta trasera de acceso» a los Gobiernos

Hace ya poco más de un año, WhatsApp instauró un cifrado de extremo a extremo. En ese momento, todos sus usuarios recibieron una alerta que informaba de que las medidas de seguridad de la aplicación habían mejorado. El cifrado activado evitaba que alguien que no formara parte de la conversación tuviera acceso a los mensajes enviados o recibidos, y aseguraban que ni WhatsApp o sus trabajadores podrían tener acceso a ellos.

No fue la primera empresa de tecnología en activar este tipo de medidas. No obstante, causó una respuesta negativa por parte de algunos gobiernos del mundo. Existen gobernaciones que demandan a este tipo de empresas la creación de una puerta trasera —una forma alternativa de tener acceso a los mensajes—. Sucedió en un caso que involucraba a Apple, y ahora parece que la solicitud ha sido hecha a la empresa líder del servicio de mensajería instantánea actual.

La información filtrada revela que el gobierno británico hizo una solicitud a WhatsApp para que creara una puerta trasera, con la finalidad de acceder a las conversaciones de algunos de sus usuarios. Según los datos divulgados, la empresa tecnológica rechazó la solicitud y optó por defender la privacidad de quienes hacen uso de su aplicación.

¿Por qué los gobiernos quieren tener acceso a los mensajes?

Varios gobiernos han vivido ataques de terrorismo en sus países durante los últimos años y meses. Se presume que los responsables pueden estar haciendo uso de estas herramientas para planificar y coordinar ataques. Al tener acceso a los mensajes, se podría confirmar la responsabilidad de algunos sospechosos y atrapar a los responsables de varias tragedias.

De ser ciertas las afirmaciones, la petición por parte del Reino Unido se realizó a principios del 2017. Se cree que el gobierno británico aún se encuentra en negociaciones y que sigue manteniendo la esperanza de alcanzar algún tipo de acuerdo con la empresa tecnológica.

La opinión del gobierno

Desde hace unos años, se ha sabido que los gobiernos mantienen una presión constante sobre las empresas tecnológicas para que permitan el acceso a sus trabajadores. Se estima que alrededor del 80% de las investigaciones a terroristas se encuentran estancadas y sin posibilidades de seguir adelante. Parte de eso se debe a que los gobiernos no logran tener acceso a datos clave de la comunicación entre los participantes de un ataque.

En relación a esto, se sabe que un miembro gubernamental hizo unas declaraciones en las que calificaba como completamente inaceptable que los miembros de los servicios de inteligencia no tuvieran forma de acceder a estos datos. Las empresas tecnológicas, por su parte, se han mantenido fieles a su postura. La privacidad de sus usuarios es primordial, y rechazan la idea de permitir el acceso a los gobiernos sin que las personas tengan conocimiento sobre la invasión a su privacidad.

Las opiniones de la audiencia al respecto también son contradictorias. Por una parte, hay quienes consideran necesario permitir el avance en las investigaciones. Por otro lado, existen usuarios que consideran la invasión a la privacidad como una falta grave. En especial, después de que algunos expertos hayan declarado que la creación de una puerta trasera puede atraer también a hackers e individuos virtuales con malas intenciones.

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