Un juicio se está llevando a cabo… parece que el acusado va a ser declarado inocente y podrá marcharse a su casa… cuando aparece un mensaje de una aplicación de móvil en el que se detalla completamente cómo ha perpetrado el crimen. En efecto, son muchas las personas que se han preguntado al respecto en los últimos días, y como suele suceder en estos temas tan específicos, lo mejor que se puede hacer es consultar a un especialista en la materia, como es el caso en esta ocasión de Javier Llorente Muñoz, perito judicial miembro de la Asociación de Peritos Colaboradores con la Administración de Justicia de la Comunidad Valenciana.
Se instala WhatsApp como prueba judicial
Básicamente la cuestión vendría a ser que si bien esta discusión acerca de la posibilidad de utilizar WhatsApp como prueba judicial se viene dando en todo el mundo, en pocas partes del planeta esta aplicación tiene la incidencia que ha conseguido en España. Así, ante la aparición de sus mensajes en más de una ocasión en diferentes instancias judiciales, no son pocos los que se preguntan cuál es la relevancia final que los magistrados le otorgan.
Para ello, se ha presentado recientemente un informe del Grupo de Informática Forense de la Brigada Provincial de Policía Científica, en el que en principio se detalla que son tenidos en cuenta como “indicios” de una situación. Más allá de eso, es difícil comprobar que los mensajes hayan sido enviados por quien la pantalla muestra como autor del mensaje, y que quien aparece como receptor los haya recibido, y ahí radican las primeras dudas.
Además de eso, los únicos datos fiables que se guardan, los metadatos, pueden ser eliminados de un móvil con WhatsApp con más facilidad que en otros dispositivos, es decir, que quien quiera no dejar rastro en esta aplicación puede lograrlo sin problemas. Por eso mismo, actualmente las autoridades judiciales explican que no toman WhatsApp como prueba judicial, sino que siempre intentan dar prioridad a otros elementos de más peso.
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