Samsung Dex Transforma el Galaxy S8 en un Ordenador

El Samsung Galaxy S8 es sin duda uno de los móviles más completos del mercado actual. Sin embargo, la empresa surcoreana no se conforma con el honor de encabezar todos los tops de gama alta, sino que también está decidida a marcar pauta y triunfar donde otros fracasaron.

Si lo logrará o no ya ese es otro asunto, debido a que no es una tarea fácil. Samsung Dex es el dispositivo que nos ocupa y que tiene como misión transformar el Galaxy S8 en un ordenador como cualquier otro.

Cómo lo funciona Samsung Dex

Seguro te preguntarás cómo es posible esto. La respuesta no es tan compleja como parece: se trata de un dock pequeño al cual se conecta el móvil para que éste comience a funcionar como pc.

Lo único que se requiere es conectar un monitor, un ratón y un teclado y el S8 funcionará como si fuera el disco duro. Hasta aquí todo suena bien, porque se presenta como un excelente sustituto para el ordenador o portátil corriente.

El dock posee dos puertos USB 2.0 donde se puede conectar el teclado, el ratón o una memoria portátil USB. También cuenta con una fuente de alimentación USB-C, salida de vídeo HDMI y conexión Ethernet.

Al conectar por primera vez el equipo se debe hacer una sencilla configuración y luego aparecerá en el monitor el escritorio del Galaxy S8. Funciona como cualquier sistema operativo para ordenadores con aplicaciones, barra de tareas y ajustes.

Gracias a la potencia del Galaxy S8, su transformación a ordenador es igual de rápida que cuando se usa como móvil. Es capaz de ejecutar diferentes aplicaciones al mismo tiempo, procesar varias pestañas en el navegador, reproducir música, juegos y más sin problemas.

Samsung Dex: Pros y Contras

A pesar de que se ejecuta sin lentitud, varios análisis divulgados en internet dan fe de que el Samsung Dex está muy lejos de ser el dispositivo soñado y de lograr la transición perfecta de un móvil a un ordenador.

La mayoría de las aplicaciones que se tienen instaladas en el Samsung Galaxy S8 vienen con un tamaño estándar para que sean visualizadas correctamente en el móvil. El ratio es de 16:9 y, de manera muy sorprendente, muchas no se pueden cambiar para adecuarse al tamaño del monitor del ordenador.

Esto es un gran fallo porque limita en exceso el uso de varias apps muy necesarias para usuarios de Samsung. Además, el software tiene varios fallos importantes también vinculados con las apps: muchas son incapaces de ejecutarse en el modo ordenador.

También dependiendo de las utilidades que se tengan abiertas o de los archivos que se reproduzcan, la música se detiene por completo y no se reanuda aunque el otro sonido deje de reproducirse.

Otra de las quejas generalizadas de los usuarios que han podido probar el Samsung Dex aparece cuando intentan configurarlo con otro monitor. No existe compatibilidad si se utiliza conectado a otros dispositivos, así que su mencionada función portátil se convierte en un problema que el usuario debe resolver y sacrificar buena parte de su tiempo.

Las complicaciones para utilizarlo son tantas que parece poco probable que valga la pena más allá de un capricho por probar el último juguete de Samsung.

Además el Samsung Dex tiene un precio aproximado de 160 euros, a los cuales deben sumarse los 760 euros el Galaxy S8.

Samsung lo intentó pero tampoco lo logró. Al menos no del todo y por eso se suma a la lista de compañías que han fabricado dispositivos similares que también han debido conformarse con pasar a un triste olvido, entre ellos el fracasado Motorola Atrix, el Microsoft Continuum, que nunca llegó a calar, y el Palm Foleo, que fue desechado antes de su lanzamiento oficial.

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