Difícil recordar un modelo que haya generado mayor expectación que el Nokia 9, un terminal con unas especificaciones de escándalo que promete ser el líder de la gama alta, incluso por encima del potente Samsung Galaxy S8.
La reciente aparición del Nokia 9 en la FCC, organismo regulador estadounidense, es una señal de su inminente aparición en el mercado. Y aunque con toda seguridad no será el móvil más barato en las vitrinas, sí promete un rendimiento a la altura de la atención que está recibiendo por parte de todos los amantes de la tecnología.
Uno de los atractivos más destacados de la nueva hornada de terminales Nokia, es la presencia de una versión de Android 7.1.1 Nougat completamente libre de capas de personalización, una prestación que ofrece una experiencia de Android puro y favorece, sin duda, el rendimiento general de los equipos. Un argumento más para presumir que la batalla contra el Galaxy S8 será muy cerrada.
Desde que el consorcio HMD Global se hizo con los derechos de la marca, ha anunciado varios modelos de gama media que representan la entrada, para muchos tardía, de Nokia al mundo Android. El anuncio del Nokia 9 dejó a la industria literalmente boquiabierta por sus especificaciones, que incluyen un procesador Snapdragon 835, 4 GB de RAM y una GPU Adreno 540. Pero, sobre todo, cuenta con un excelente trabajo de optimización que permite explotar al máximo cada parte de los procesos, de ahí que se especule sobre que el nuevo terminal será el líder absoluto del mercado en materia de rendimiento, incluso por delante del codiciado Samsung Galaxy S8.
Por si aún no fueran suficientes credenciales, desde algunos medios se sugiere que habrá futuras variantes de este modelo con hasta 8 GB de RAM y otras mejoras. Todo apunta a que el tardío regreso de la firma será una ráfaga de viento que obligará a la competencia a tomar posiciones más agresivas a corto plazo.
Primeras pruebas de rendimiento
El Nokia 9 fue sometido al escrutinio de Geekbench, dejando en evidencia que es un rival difícil de vencer con sus contundentes 2196 puntos en la prueba de un solo núcleo; y obteniendo unos impresionantes 7413 puntos con sus ocho núcleos en funcionamiento.
Otras especificaciones relevantes son que el dispositivo tendrá una pantalla de 5,3 pulgadas de diagonal, con resolución QHD para una densidad de 554 puntos por pulgada, y se comenta que no eliminará los marcos, como en otros modelos punteros lanzados recientemente. También contará con la certificación IP68, que lo acredita como resistente al agua.
Parece claro que los nuevos dueños de la marca apuestan todo por el regreso de Nokia al terreno de los líderes. Por ello, en el apartado fotográfico, también exhibirá una potente cámara trasera de 13 megapíxeles con doble flash que promete un rendimiento más que solvente.
También el diseño cuenta
Pero la competencia entre los dos titanes de la telefonía se traslada también al subjetivo terreno del diseño, en el que se especula sobre la eventual victoria del Nokia. Según imágenes filtradas extraoficialmente, se cree que el dispositivo traslada el botón de inicio y su sensor de huella dactilar hasta su parte posterior en una disposición vertical muy elegante que, aseguran, supera también en apariencia al Galaxy S8.
No están nada fáciles las cosas para la firma surcoreana, que, a pesar de su liderazgo indiscutible, tendrá que hacer frente al regreso de una firma que nació para hacer grandes cosas en el mundo de la telefonía móvil. Como siempre se dice en el mundo corporativo, más importante que llegar a ser el más grande es desarrollar la capacidad de mantenerse en esa posición. Ese es el desafío de Nokia y su buque insignia, que regresa a un mercado completamente diferente del que la vio partir algunos años atrás.
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